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Si tienes deseos
de servir a Dios, eres llamado a la obra. |
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Doctrine y
Convenions 4:3 |
Los primeros Santos de los Últimos Días creían que
Dios los había llamado a participar de "una obra maravillosa"
(D. y C. 4:1). Estaban ayudando a cumplir
las promesas hechas por los profetas de la Biblia, promesas de redención,
renovación y restauración. Se habían abierto nuevas
vías de revelación. Había comunicación entre
el cielo y la tierra. Los santos estaban dotados de poder divino para
proclamar la palabra de Dios, ministrar al necesitado y anunciar el reinado
del Príncipe de Paz.
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Tal como un fuego
se ve ya ardiendo |
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| El Santo Espíritu
del gran Creador. |
| Visiones y dones
antiguos ya vuelven, |
| y ángeles
vienen cantando loor. |
| "El
Espíritu de Dios" (Himnos 2) |
Doscientos años más tarde, las historias y los símbolos
de la Restauración siguen
inspirando la profunda convicción de que tenemos una importante
misión por realizar.
Mediante nuestra participación en las ordenanzas establecidas por
José Smith nos
convertimos en un pueblo del convenio consagrado al servicio de Dios.
El Espíritu nos
enviste con poder para obrar como instrumentos de Dios, bendecir las vidas
de los demás y
edificar un mundo mejor. Inspirados por las visiones de los profetas y
sostenidos por el
ministerio de ángeles, ayudamos a avanzar el plan divino de la
creación.
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